Esta es la opinión de una enfermera en proceso tras leer el libro de Torcuato Luca de Tena, y recomiendo leer esta entrada ÚNICA y EXCLUSIVAMENTE si ya has leído el libro, porque está llena de SPOILER's. Aquí tenéis un pedacito de mi cabeza:
Por un lado, el libro me hizo comprender que, además de ver a los enfermos como un grupo, es muy importante la individualización, porque son personas con personalidades, patologías y comportamientos muy diferentes, con necesidades de cuidados completamente distintos, por lo que considero que una buena enfermera/o, o en general, un buen profesional de la salud en esta área, debe entender esta gran diferencia y no tratar igual a estas personas, porque cada uno es un mundo totalmente diferente que vive una situación individual.
Otra cosa que me llamó la atención fue el cariño, el sentimiento que tuvo la protagonista al alejarse del manicomio, esa añoranza por lo que resultó ser su hogar y hasta su pequeña familia por tanto tiempo, perfecta e indudablemente podría llegar a sentirlo yo misma en un futuro si trabajase en el área de la salud mental, posiblemente no con tal magnitud, pero el hecho de llegar a sentir cariño por algunas personas, la constante necesidad de brindar ayuda y cuidado a las personas enfermas que realmente lo necesitan, personas que por mala suerte tienen algo en la cabeza que no les permite ser quienes son, porque al fin y al cabo han perdido algo de sí mismos. Esto a pesar de que, antes de leer este libro y aprender más sobre esta área, sentía mucho respeto y hasta miedo por este campo de la salud, mientras que ahora, además de respeto, siento cierta tristeza y un gran pensamiento de "ojalá poder ayudar a estas personas”.
Y, ¿Qué me llamó la atención? Pues en concreto uno de los casos, ya que no pensaba que esto pudiera existir en la realidad, y fue el caso de la que llamaban "La Mujer Percha”; seguro que si estás leyendo esto tras acabar la novela estarás de acuerdo conmigo. Sentí un pequeño golpe de realidad con lo que mencioné antes: la diversidad de problemas que pueden llegar a sufrir las personas.
Finalmente, me parece que la historia tiene un final increíble, porque el hecho de que la protagonista, que después de mucho desconcierto, se trata de una verdadera enferma mental, haya podido destituir al actual director de su cargo y, sobre todo, que todos los médicos hayan considerado su sanidad a pesar de la evidencia de su paranoia, fue algo fuera de lo común que ella misma logró gracias a su inteligencia y buena apariencia. Este último detalle también me hizo reflexionar sobre la influencia de la apariencia de los enfermos, y sobre la objetividad que se debe tener con ellos.
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