Una luxación es lo que se conoce comúnmente como dislocación. Es, por lo tanto, la separación de dos huesos que estaban unidos antes por una articulación.
Esta patología requiere atención médica para la recolocación del hueso que se ha descolocado.
Las luxaciones pueden ir acompañadas de otro tipo de lesiones como fracturas, esguinces, rotura de tendones, etc.
En el momento en el que te dislocas una articulación, es importante que no muevas la extremidad afectada, para evitar un descaste del hueso en las partes que ahora están en contacto. Esto se debe a que los huesos se pueden superponer entre si y, cuando lo mueves, se desgastan en la zona de contacto.
Este tipo de lesión puede dar lugar a algunas complicaciones:
- Fracturas
- Lesiones de los vasos sanguíneos
- Hemorragia
- Lesión neurológica (de los nervios)
- Infecciones
- Problemas articulares
Una vez acudamos al médico, este realizará diversas pruebas para confirmar que el hueso está luxado (radiografía, resonancia magnética, tomografía computarizada). Una vez confirmada, reducirá la luxación (recolocación de los huesos). También se podrá hacer una angiografía (para descartar lesiones en los vasos sanguíneos) o estudios de conducción nerviosa (para descartar lesiones en los nervios). El tratamiento incluye fármacos para aliviar el dolor, inmovilización de la articulación y en ocasiones se puede llegar a la intervención quirúrgica.
Aquí os dejo un vídeo sobre cómo actuar ante una luxación:
No hay comentarios:
Publicar un comentario